Morrazo Style. En Bueu espantan aos xabarís que van na procura de millo a golpe de espertador... Cito aquí a nova, publicada en La Voz de Galicia. Nótase que estamos en agosto, redaccións baleiras, xente en prácticas, sen novas políticas... Con algo hai que encher...

PROTECCIÓN DE COSECHAS
El despertador ahuyenta de madrugada a los jabalíes de los maizales de Bueu.
Vecinos de Meiro extreman el ingenio para conservar íntegras sus cosechas

28/8/2007. Proteger el maíz se ha convertido todos los agostos en una prioridad de la asociación cultural de Meiro, en el municipio pontevedrés de Bueu. Han probado de todo para conseguir esta difícil meta, porque los jabalíes se acostumbran pronto y los sufridos vecinos deben agudizar el ingenio. Experiencias de otros años han incluido poner una radio con música heavy toda la noche o echar mechones de pelo humano de las peluquerías por las fincas, confiando en que el olor los ahuyente. Estos métodos tuvieron su momento de éxito relativo, para dejar luego paso a la desolación cuando los porcos bravos se acostumbran, pierden el miedo y se abalanzan sobre el maíz. Este verano los afectados, cansados de una batalla cuya única tregua es la luz del día, han ideado nuevos métodos. La presidenta de la asociación cultural, Victoria Martínez, explicó que juegan con el factor sorpresa. Todas las noches dejan un despertador de mesita de noche en la finca que creen que tiene más probabilidades de ser atacada. Colocan la alarma para las cuatro de la madrugada y lo dejan en una cajita para que al sonar asuste a cualquier visitante indeseable que ambicione zamparse sus mazorcas. La lluvia no les echa atrás: «Nestes días deixamos o espertador nunha caixa de zapatos, coa tapa algo aberta e dentro dunha bolsa de plástico». También acuden a las perfumerías y derraman en los bordes de las fincas los frascos de muestras de colonias para que el olor logre alejar a los animales. Parece que el método funciona, porque los daños han sido menores que otros veranos en Meiro, a pesar de que los destrozos se multiplican por la comarca. Esta asociación dedica tantos esfuerzos a salvar sus maizales porque de su éxito o fracaso depende la cosecha del millo corvo -una variedad de maíz con la que celebran un ciclo anual didáctico y una fiesta gastronómica-, y también porque nunca recibieron una compensación económica de la Xunta por los daños.